100 KILÓMETROS TIERRA ADENTRO
Algunas personas piensan que solo los habitantes de la costa tienen que vérselas con los efectos destructivos de las tormentas pero no es así. Aunque es cierto que los vientos de los huracanes se desbaratan al chocar contra las montañas de la costa, las lluvias torrenciales continúan su recorrido tierra adentro hasta un centenar de kilómetros con el poder demoledor de las inundaciones y deslizamientos de la tierra causante de la mayoría de las pérdidas humanas.
Es así como la parte lluviosa del huracán viaja desde la costa hacia regiones montañosas y valles distantes con el peligro de estacionarse sobre lugares poblados y naturalmente mal ubicados arrojando lluvias continuas durante largas horas sobre determinada extensión social que colapsa sin el apoyo geopolítico y voluntario.